En Estados Unidos, el promedio de muertes por coronavirus alcanzado en la última semana ha llegado a su nivel más bajo en 14 meses, mientras que las hospitalizaciones y los casos nuevos continúan disminuyendo. Casi la mitad de los residentes del país han recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19. El ritmo de las inoculaciones sigue disminuyendo en el país y los suministros de vacunas superan la demanda. El lunes, el presidente Biden anunció que Estados Unidos enviaría a otros países al menos 20 millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 para fines de junio.
Presidente Joe Biden: “Compartiremos estas vacunas con el fin de acabar con la pandemia en todas partes. Y no usaremos nuestras vacunas para conseguir favores de otros países”.
Veinte millones de dosis representan una pequeña fracción de las necesarias para vacunar a la mayor parte de los 7.800 millones de habitantes del mundo. Menos del 5 % de la población de Asia y alrededor del 1 % de la población africana han sido vacunadas. El lunes, el director general de la Organización Mundial de la Salud, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, criticó la creciente brecha entre las naciones ricas y pobres y lo calificó como un “apartheid” en torno al acceso a las vacunas.
Tedros Adhanom Ghebreyesus: “El mundo está presenciando un 'apartheid' de las vacunas. Como saben, los países de altos ingresos representan el 15 % de la población mundial, pero tienen el 45 % de las vacunas de todo el mundo”.