Las Naciones Unidas exigen medidas urgentes para prevenir la hambruna en la región etíope de Tigray controlada por los rebeldes. El coordinador de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, instó al Gobierno de Etiopía a poner fin al bloqueo de facto de alimentos, suministros médicos y combustible en Tigray y calificó la crisis como una “mancha en nuestra conciencia”. Un portavoz de la ONU dijo que la crisis está afectando a millones de personas.
Stéphane Dujarric: “Unos 5,2 millones de personas siguen necesitando ayuda alimentaria y 400.000 viven en condiciones de hambruna. Nuestros colegas, que se desempeñan como trabajadores humanitarios, afirman que la desnutrición infantil está al mismo nivel que al comienzo de la hambruna que asoló Somalia en 2011”.