Debido a la inequidad en la distribución de las vacunas contra la COVID-19, una coalición de más de 1.500 grupos de defensa del medio ambiente y de los derechos humanos de todo el mundo está pidiendo a la ONU que posponga la cumbre climática COP26, programada para llevarse a cabo en noviembre en Escocia. La Red de Acción por el Clima dice que es probable que los países más afectados por la crisis climática sean excluidos de las conversaciones debido a que no han podido acceder de forma equitativa a las vacunas y por los altos costos de transporte y alojamiento relacionados con la cumbre y con las cuarentenas que se exigen. La coalición afirmó en un comunicado: “Siempre ha habido un desequilibrio inherente de poder en las conversaciones de la ONU sobre el clima y esto ahora se ve agravado por la crisis sanitaria. […] Es difícil que los países del hemisferio sur puedan participar en estas conversaciones de forma segura y en igualdad de condiciones”.
Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud criticó el martes a los países ricos por negarse a compartir sus vacunas sobrantes y otros tratamientos contra la COVID-19 con los países más pobres.
Maria Van Kerkhove: “[Los países ricos] están acaparando estos insumos. Pasó lo mismo al comienzo de la pandemia con los equipos de protección personal. Pero esto no es solamente injusto e inmoral. Está prolongando la pandemia y está provocando la muerte de personas”.