En Haití, al menos una persona murió y varias resultaron heridas tras ser alcanzadas por disparos el lunes, luego de que la policía lanzara gas lacrimógeno contra miles de manifestantes que salieron a las calles de la ciudad de Puerto Príncipe, capital del país. Los manifestantes exigían la renuncia del primer ministro respaldado por Estados Unidos, Ariel Henry, y pedían al Gobierno que revoque su decisión de buscar ayuda militar extranjera.
Jean Levelt: “El desempleo, el alto costo de la vida, la inseguridad, es por todo esto que salí a la calle [a protestar]. Salgo a la calle a decirle 'no' a la ocupación”.
Las Naciones Unidas están instando a la activación de una “fuerza de acción rápida” en Haití para combatir las bandas armadas que han bloqueado la principal terminal de Puerto Príncipe, lo que impide que se importen alimentos, combustible y otras necesidades. Esto ocurre en medio de advertencias de un inminente desastre de salud pública después de que surgiera un nuevo brote de cólera en el mes de octubre. En 2010, los miembros del personal de mantenimiento de la paz de la ONU provocaron de forma involuntaria un brote de cólera que mató a 10.000 personas, y las fuerzas armadas de la ONU en Haití han sido acusadas de violencia sexual.