En Irán, los manifestantes han desafiado las amenazas de la Guardia Revolucionaria y han continuado saliendo a las calles a protestar. El domingo, las fuerzas de seguridad lanzaron gas lacrimógeno y dispararon contra estudiantes en universidades de todo el país. Los manifestantes siguen saliendo a las calles a pesar de que el jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, emitiera una severa advertencia durante el fin de semana.
Salami Hossein: ” Dejen a un lado la maldad. Hoy es el último día que se alterará el orden público. No salgan más a la calle”.
Esto ocurre al tiempo que un nuevo informe publicado por el portal periodístico The Intercept revela que el Gobierno iraní tiene un programa que permite monitorear y manipular los teléfonos celulares de los manifestantes.
Mientras tanto, más de 300 periodistas iraníes firmaron una declaración exigiendo la liberación de dos periodistas que, según se informa, están detenidas en la tristemente célebre prisión Evin. Niloofar Hamedi y Elahe Mohammadi están bajo arresto por haber dado a conocer la causa de muerte de Mahsa Amini y cubierto su funeral. El Gobierno iraní las ha acusado de ser agentes de la CIA.