Activistas de la organización Greenpeace protestaron el martes contra la llegada a Nueva York de un buque petrolero que transportaba petróleo ruso, antes de que entre en vigor en abril la prohibición de nuevas importaciones de combustibles fósiles provenientes de Rusia. Los manifestantes sostenían carteles en los que podía leerse “El petróleo alimenta la guerra”. Greenpeace argumenta que el Gobierno de Biden debería invocar la Ley de Producción de Defensa para que Estados Unidos construya fuentes de energía sostenible y consiga independizarse de los combustibles fósiles.
Esto se produce al tiempo que un nuevo informe revela que los países ricos deben acabar por completo con la producción de petróleo y gas para 2034, lo que le daría al mundo un 50% de posibilidades de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius.