En Estados Unidos, el departamento de policía de la localidad de Grand Rapids, en el estado de Michigan, ha publicado un video que muestra el tiroteo que provocó la muerte de Patrick Lyoya, un hombre negro de 26 años que murió a manos de un oficial de policía blanco durante un control de tráfico la semana pasada. El oficial, cuyo nombre no ha sido dado a conocer, derribó a Lyoya contra el suelo, lo pateó y lo golpeó. Posteriormente intentó electrocutarlo con una pistola eléctrica e inmovilizarlo acostándose sobre su estómago, antes de sacar su pistola y dispararle una bala a la cabeza. El abogado Ben Crump, que representa a la familia de Lyoya, afirmó que las imágenes de video muestran que el oficial hizo un uso innecesario y excesivo de la fuerza, y pidió que el agente sea destituido de su cargo y llevado a juicio. La policía ha dicho que no revelará la identidad del oficial a menos que la fiscalía presente cargos penales en su contra. Antes de la publicación del video, un grupo de activistas realizó una protesta durante la reunión de la Comisión Municipal de Grand Rapids que se llevó a cabo el martes por la noche. Los activistas exigieron que se conozcan los nombres de los oficiales involucrados en la muerte de Lyoya y que rindan cuenta ante la justicia.
Activista: “Siento vergüenza y humillación. Siento vergüenza que esta ciudad, mi único hogar, haya provocado la muerte a este joven que vino aquí soñando con un futuro mejor. Ustedes también deberían sentirse avergonzados. Deberían estar llorando. Deberían romper todos los vínculos con el Gobierno de la ciudad, que es una farsa, porque se supone que ustedes deben preservar y mejorar la vida de los residentes de este lugar, pero, en cambio, las personas que deberían realizar esta función y que trabajan bajo su responsabilidad permitieron que una vida se extinguiera. Ustedes comparten la culpa de lo sucedido. La sangre [de Lyoya] también está en sus manos”.
Lyoya proviene de una familia de refugiados de la República Democrática del Congo que se mudó a Estados Unidos en 2014. La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, prometió que la policía estatal iniciará una investigación independiente sobre el tiroteo.