En Estados Unidos, un grupo bipartidista conformado por más de 100 legisladores del estado de Texas se sumó a los llamados para revocar la sentencia de muerte de Melissa Lucio, cuya ejecución está programada para dentro de doce días. Lucio afirma que fue condenada injustamente por la muerte de su hija Mariah, de 2 años, después de un trágico accidente ocurrido en 2007. La defensa sostiene que Lucio fue víctima de abusos durante toda su vida, que fue presionada para hacer una confesión falsa y que no tuvo un juicio justo. Esta semana, los legisladores solicitaron a la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas que conceda clemencia a Lucio después de una audiencia en la que pidieron al fiscal de distrito que cancele la fecha de ejecución prevista para el 27 de abril. Si Lucio no obtiene una suspensión de su ejecución, el fiscal de distrito del condado de Cameron, Luis Sáenz, afirmó: “En ese caso haré lo que tenga que hacer para detener la ejecución”. Johnny Galvan, uno de los jurados que participó en el juicio en el que Lucio fue condenada a muerte, también testificó, a través de su hija, que se oponía a la ejecución de Lucio.
Johnny Galvan: “Me aterra la idea de que mi decisión de quitarle la vida a otra persona no se basó en información completa y precisa ni en un juicio justo”.
Lucio podría convertirse en la primera mujer latina en ser ejecutada en el estado de Texas. La próxima semana, Texas planea ejecutar a Carl Wayne Buntion, de 77 años, la persona de mayor edad del estado que espera su sentencia de muerte.
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