En Irak, al menos 30 personas murieron y otras cientos de personas resultaron heridas en la ciudad capital, Bagdad, tras intensificarse los combates entre partidarios del poderoso clérigo chiita Muqtada al-Sadr y sus opositores. Los hechos de violencia se produjeron después de que al-Sadr anunciara el lunes que se retiraría de la política. Durante la noche se escucharon disparos y ataques con cohetes, cuando las fuerzas de seguridad iraquíes, las milicias respaldadas por Irán y los partidarios de al-Sadr se enfrentaron en la fuertemente fortificada “Zona Verde” de Bagdad, un área que alberga al parlamento de Irak y las embajadas extranjeras.
Kadhem: “Antes, estábamos comprometidos con las órdenes de Muqtada al-Sadr. Ahora nos soltó la mano. Se retiró de la política. Está dejando que la gente tome la iniciativa en su propia revolución. […] No vamos a dar marcha atrás. Moriremos aquí. Estamos listos para morir. No tenemos nada que perder”.
La formación de un nuevo Gobierno iraquí se ha visto estancada desde las elecciones parlamentarias de octubre, en las que el Movimiento Sadrista de al-Sadr obtuvo la mayoría de los escaños pero no consiguió la mayoría absoluta. Los partidarios de al-Sadr habían ocupado el parlamento iraquí desde finales de julio con el fin de impedir que los legisladores eligieran un nuevo primer ministro.
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