La organización de ayuda humanitaria Médicos sin Fronteras está considerando suspender sus operaciones en Haití luego de que se produjeran una serie de tiroteos en sus clínicas de la ciudad de Puerto Príncipe y de sufrir otros incidentes violentos al tiempo que el país insular está siendo controlado cada vez más por grupos criminales. Los residentes locales también se enfrentan al hambre y a una creciente inseguridad alimentaria, además de tener extremadamente difícil acceder a medicamentos y otros recursos debido a la convulsión social que vive el país. Los activistas en defensa de los derechos humanos han documentado graves actos de violencia, incluidos abusos sexuales y cientos de asesinatos. Un nuevo informe de la ONU dice que muchas de las armas que terminan en las calles de Haití están siendo contrabandeadas desde Estados Unidos. Los enfrentamientos entre grupos criminales por el control del territorio también se han intensificado, lo que obliga a las familias a huir de sus hogares.
Lugareña no identificada: “Yo estaba durmiendo en la calle. Regresé esta mañana y veo que las cosas siguen igual”.
Periodista: “¿Va a dejar su casa de forma permanente?”.
Lugareña no identificada: “No tengo a dónde ir. No tengo a dónde ir”.