China realizó tres jornadas de ejercicios militares con fuego real alrededor de Taiwán en los que participaron decenas de aviones de combate chinos y once buques de guerra, incluido un portaaviones. El país asiático llevó a cabo las maniobras militares al tiempo que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, concluyó una visita a Estados Unidos en la que se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y otros legisladores. La presidenta Tsai defendió el viernes su viaje, el cual Pekín calificó de provocación y considera que constituye una amenaza a su soberanía sobre Taiwán.
Presidenta Tsai Ing-wen: “Le mostramos a la comunidad internacional que, frente a la presión y las amenazas [ejercidas por China], Taiwán se mantendrá aún más unida y no cederá en absoluto ante la represión ni detendrá los intercambios con el resto del mundo debido a las obstrucciones [que nos impongan]”.