Las facciones militares rivales de Sudán acordaron un nuevo alto el fuego de siete días que comenzará el jueves. Sudán del Sur, el cual está actuando como mediador entre las partes en conflicto, dijo que el Gobierno militar de Sudán y el grupo paramilitar conocido como Fuerzas de Apoyo Rápido también designarán enviados para mantener conversaciones de paz. Sin embargo, los ataques aéreos y los tiroteos no cesaron en la ciudad de Jartum, mientras que en la región occidental de Darfur se están librando feroces batallas, lo que ha provocado masivos desplazamientos de población. Tras 19 días de conflicto, el número total de muertes asciende a por lo menos 550 personas y el número de personas que resultaron heridas a causa de los enfrentamientos asciende a 5.000. Mientras tanto, el Programa Mundial de Alimentos advierte que la crisis en Sudán podría desencadenar un desastre aún mayor en la región al tiempo que decenas de miles de personas huyen del país.
Brenda Kariuki: “El efecto dominó [que podría generarse] en la región es significativo. Es una preocupación real, y solo necesitamos encontrar la paz. Necesitamos que las dos partes aúnan esfuerzos y encuentren una manera de resolver el conflicto, ya que éste podría desestabilizar a toda la región”.