En la ciudad de Deer Park, en el estado de Texas, nueve trabajadores fueron hospitalizados después de que una planta petroquímica de Shell explotara el viernes, lo cual generó un gran incendio que ardió durante todo el fin de semana. Según la Alianza por la Justicia Climática, alrededor del 40% de los residentes de Estados Unidos viven dentro de un radio de unos cinco kilómetros de instalaciones químicas de alto riesgo, donde enfrentan amenazas de fugas, derrames y explosiones. Gran parte de las personas que están expuestas a un alto riesgo de enfrentar dichas amenazas provienen de comunidades de color.
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