Una nueva investigación de la agencia de noticias Reuters ha revelado que el régimen del derrocado presidente sirio Bashar al-Assad trasladó en secreto decenas de miles de cadáveres de una fosa común a un sitio desconocido para ocultar pruebas de masacres. Entre 2019 y 2021, el Gobierno sirio retiró cadáveres de una fosa común del distrito de al-Qutayfah, que luego volvió a enterrar en un sitio secreto situado en el desierto al este de Damasco. Dichos traslados se llevaron a cabo al tiempo que Assad intentaba recuperar su reputación a nivel internacional.
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