La llamada Fundación Humanitaria de Gaza, una organización que es respaldada por Estados Unidos e Israel, ha emitido un comunicado en el que, sin evidencia, acusa a Hamás de provocar los disturbios que causaron el miércoles la muerte de 21 palestinos en su centro de distribución de ayuda humanitaria en Jan Yunis. Los sobrevivientes culpan de las muertes a los guardias de la Fundación Humanitaria de Gaza, que, según afirman, desencadenaron una estampida mortal al disparar gas lacrimógeno contra una multitud de palestinos hambrientos que estaban haciendo fila para recibir paquetes de alimentos.
Abdallah Alyan: “Lo juro por Dios, esta ayuda es una trampa. Esto no es ayuda. Nos disparan. Nos lanzan bombas, nos rocían con gas pimienta para quemarnos los ojos. […] La alternativa es abrir el paso fronterizo, dejar entrar los productos para que bajen los precios en el mercado. Esta es la alternativa para esta ayuda. Esta es la alternativa. Abran el paso fronterizo, y todo será más barato en el mercado. Los palestinos dependen de esta ayuda para sobrevivir en la trampa, la trampa de los israelíes”.