Carrie Fisher, quien fue catapultada al estrellato como la princesa Leia de la franquicia cinematográfica de Star Wars, murió el martes por la mañana a los 60 años por complicaciones tras un ataque cardíaco. Tras balancear su carrera cinematográfica con su lucha contra la adicción a las drogas y el alcohol, además de un trastorno bipolar, Fisher ayudó a romper los estigmas sobre las enfermedades mentales. Este es un fragmento de la actuación unipersonal de Carrie Fisher, “Wishful Drinking” o mejor conocida en español como “La verdadera historia de la Princesa Leia”) que se estrenó en 2006.
Carrie Fisher interpretó: “Oh, oh, oh. Esto realmente los va a impresionar. Estoy en el libro de texto de psicología anormal. ¿No es genial? Ahora, tenga en cuenta. Soy un dispensador de caramelos ‘Pez’, y estoy en el libro de texto de psicología anormal. ¿Quién dice que no se puede tenerlo todo?”.
Más recientemente, Carrie Fisher se había convertido en una crítica feroz de Donald Trump. Después de que Trump negara haber agredido sexualmente a una de sus numerosas acusadoras, insinuando que era demasiado fea, Fisher escribió: “Así que tienes que ser atractiva para que Trump te manosee sin permiso. ¡Al fin una razón para querer ser fea!”. Carrie Fisher era la hija del cantante Eddie Fisher y la actriz Debbie Reynolds.