
Ya son más de mil las personas que perdieron la vida mientras esperaban en los centros de distribución de ayuda militarizados administrados por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por su sigla en inglés) que opera con el respaldo de Estados Unidos e Israel. Hablamos con un ex contratista de seguridad de la GHF, quien cuenta que vio cómo mercenarios estadounidenses y miembros de las fuerzas militares israelíes cometían crímenes de guerra en estos centros, al disparar indiscriminadamente contra gente palestina hambrienta que se había congregado para recibir ayuda. “Solo puedo describir lo que presencié en Gaza como un desierto distópico y postapocalíptico”, dice Anthony Aguilar, soldado estadounidense retirado que trabajó como subcontratista de la empresa UG Solutions para organizar la logística de la entrega de ayuda de la Fundación Humanitaria de Gaza. “Nosotros, Estados Unidos, somos cómplices. Estamos involucrados, codo a codo, en las atrocidades y el genocidio que se está llevando a cabo actualmente en Gaza”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.