
Una nueva investigación revela los abusos físicos y mentales que sufrieron en una prisión salvadoreña durante meses los hombres venezolanos deportados por el Gobierno de Trump. Los hombres denuncian haber padecido palizas, negligencia médica y condiciones antihigiénicas en el centro de detención conocido como CECOT, donde un director de la prisión les habría dicho: “Bienvenidos al infierno, donde entran vivos y salen muertos”. De los 238 hombres venezolanos que fueron trasladados como presos a El Salvador, al menos 197 no tenían antecedentes penales. “El propio Gobierno sabía, incluso cuando los presentaba como criminales violentos que merecían ser enviados a la cárcel en un país que no era el suyo, potencialmente indefinidamente, que en realidad la gran mayoría de ellos no tenía condenas previas en Estados Unidos”, señala Perla Trevizo, reportera de la unidad de investigación de los medios ProPublica y Texas Tribune que colaboró en la realización de este informe con un equipo de periodistas venezolanos.
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