Corea del Norte fue invitado el martes a un concierto inusual de la Filarmónica de Nueva York. La orquesta tocó durante noventa minutos ante las principales autoridades norcoreanas y los telespectadores de la televisión nacional. El concierto comenzó con los himnos nacionales de ambos países. El director Lorin Maazel dijo que espera que este concierto siente las bases para la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte.
Lorin Maazel dijo: “Quizá hayamos logrado nuestra misión aquí. Hemos contribuido con nuestra música a abrir el camino. Sin duda esperamos, si eso es cierto, que a la larga sea visto como un momento decisivo, un momento histórico, que otros sigan, y que se logre la normalización en las próximas dos décadas, estas cosas nunca suceden repentinamente. Pueden pasar tres años antes de que se perciba algún resultado positivo. Uno nunca sabe. Pero se han sentado las bases. No hay duda de eso”.