La ofensiva dirigida por Estados Unidos contra los combatientes chiítas en Irak alcanzó lo que podría ser el momento más letal hasta la fecha. El martes, residentes del barrio Sadr City, en Bagdad, dijeron que un ataque estadounidense había dejado un saldo de al menos cincuenta muertos y 130 heridos, muchos de los cuales eran mujeres y niños. Se dijo que un ataque aéreo estadounidense destruyó al menos tres hogares y dejó familias enteras enterradas bajo los escombros.
Un residente dijo: “Es una catástrofe, una catástrofe. Si nunca han oído lo que es una catástrofe, esta es una. Un terremoto, un terremoto llevado a cabo por un ser vengativo”.
Las Fuerzas Armadas estadounidenses rechazaron las declaraciones de los residentes, alegando que mataron a docenas de combatientes armados. Más de 500 personas han fallecido desde que el mes pasado comenzó la ofensiva contra las fuerzas fieles al clérigo chiíta Muqtada al Sadr.