En Wichita, Kansas, la clínica de Servicios de Salud para Mujeres sigue cerrada a dos días del asesinato de su fundador, el Dr. George Tiller. Colegas de Tiller dijeron que la clínica reanudará su actividad normal la semana que viene. El doctor fue asesinado el domingo por Scott Roeder, un activista opositor al aborto vinculado con grupos de milicianos separatistas. Roeder debe comparecer hoy en una audiencia judicial. Tiller fue blanco de activistas antiaborto durante más de dos décadas. En 1985 pusieron una bomba en su clínica, y ocho años después le dispararon en los dos brazos. El lunes, Randall Terry, activista opositor al aborto y fundador de Operación Rescate, dijo que Tiller cosechó lo que sembró.
Randall Terry declaró: “Los líderes y el movimiento en defensa de la vida no son responsables de la muerte de George Tiller. Tiller fue un asesino en masa y, de un modo horroroso, cosechó lo que sembró. La muerte del Sr. Tiller puede ser un momento de aprendizaje sobre lo que se trata realmente el asesinato de niños”.
Debido a la amenaza que representan los activistas opositores al aborto, el Fiscal General Eric Holder dispuso la presencia de alguaciles judiciales en las clínicas abortivas y de salud de la mujer de todo el país.