Por primera vez en cinco años, la agencia de refugiados de Naciones Unidas comenzó a transportar ayuda a la capital de Somalia, azotada por la hambruna. Durante los pasados 90 días murieron 9.000 niños menores de cinco años, tomando en cuenta solo la zona sur de Somalia. El lunes, Raj Shah, director de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), advirtió que cientos de miles de niños somalíes podrían morir durante la hambruna si no llega más ayuda. En Washington, el Presidente Barak Obama autorizó ayuda por un monto de 105 millones de dólares para la región del Cuerno de África; sin embargo, esa cifra sólo representa una fracción del gasto militar de Estados Unidos en esa región. La ONU teme que las crecientes cifras de desnutrición deriven en más muertes.
Rozanne Chorlton, representante de UNICEF en Somalia, dijo: “Estamos viendo que el porcentaje de niños desnutridos, con desnutrición grave, llega ya al 50%. Este es un porcentaje extremadamente preocupante ya que normalmente sería de alrededor del 5 o 10%. Esto significa que un 50% de niños con desnutrición tienen nueve veces más riesgo de muerte que los niños con buen estado de salud”.