El Presidente Barack Obama regresó el miércoles a la Casa Blanca horas después de su contundente victoria sobre su rival republicano, Mitt Romney, en las elecciones de 2012. Colaboradores afirman que Obama inmediatamente se puso a trabajar en el denominado “precipicio fiscal” de 700.000 millones de dólares en recortes impositivos próximos a su vencimiento y reducciones automáticas al gasto que se había previsto que entrarían en vigor a fin de año. Según los términos del acuerdo de deuda del año pasado, Obama y los senadores demócratas deben ponerse de acuerdo con los representantes republicanos sobre un paquete de reducción del déficit, o afrontar recortes automáticos que probablemente contraigan a la economía. El miércoles, el líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, y el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, John Boehner, se comprometieron a negociar en buena fe.
Harry Reid declaró: “El pueblo estadounidense quiere que trabajemos juntos, los republicanos y los demócratas quieren que trabajemos juntos. Quieren un enfoque equilibrado para todo, pero en particular esta situación que hemos enfrentado, este enorme déficit y los impuestos que son parte de eso”.
John Boehner declaró: “Hay una alternativa a caer en el precipicio fiscal, total o parcialmente. Implica hacer cambios reales a la estructura financiera de los programas de asistencia social y reformar nuestro código tributario para eliminar lagunas de interés especial y deducciones. Al trabajar juntos y crear un código tributario más justo, más sencillo y más limpio, podemos darle a nuestro país una economía mas fuerte y saludable”.