Una comisión de Naciones Unidas acusa a ambos bandos del conflicto en Siria de haber llegado a “nuevos niveles de crueldad” tras más de dos años de enfrentamientos. El director de la comisión de la ONU, Paulo Pinheiro, acusó a las fuerzas del gobierno de asesinato, tortura, violación, desplazamiento forzado, desapariciones forzosas y otros actos, muchos de los cuales se llevan a cabo sistemáticamente contra civiles. Sin embargo, Pinheiro sostuvo que los rebeldes opositores a Assad eran culpables de atrocidades similares.
Paulo Pinheiro declaró: “Los grupos armados contrarios al gobierno también han cometido crímenes de guerra, entre ellos, homicidio, condena y ejecución sin un debido proceso, tortura, toma de rehenes y saqueos. Continúan poniendo en peligro a la población civil al posicionar objetivos militares en zonas civiles. Y como ya hemos expresado en el pasado, no son iguales las violaciones de los crímenes cometidos por las fuerzas del gobierno y los cometidos por los rebeldes. Pero esta desigualdad radica en la intensidad. La desigualdad no radica en la naturaleza misma de los crímenes y las violaciones. Son los mismos”.
La comisión de Naciones Unidas determinó además que existen “indicios razonables” para creer que cantidades limitadas de armas químicas se han utilizado en Siria, sin embargo manifestó que no le es posible determinar quiénes son los responsables.