El gobierno británico también está siendo intensamente criticado luego de que trascendiera que obligó a The Guardian a destruir discos duros con información filtrada sobre Edward Snowden. El periódico reveló que aceptó destruir varias computadoras de su oficina de Londres luego de que el gobierno británico amenazara con iniciar acciones legales. El martes, el director de The Guardian, Alan Rusbridger, dijo que aceptó la exigencia del gobierno británico para evitar la posible clausura del periódico.
Rusbridger comentó: “En efecto, nos vimos enfrentados a un ultimátum del gobierno británico por el cual si no entregábamos el material o si no lo destruíamos, iniciarían acciones legales. Eso significaría una restricción previa, concepto que es inconcebible en Estados Unidos y en otras partes del mundo, según el cual el Estado puede efectivamente impedir que un editor publique. Yo no quería quedar en esa situación. Una vez que fue evidente que iban a recurrir a medidas judiciales preferí destruir la copia antes que entregárselas o permitir que los tribunales congelaran nuestra labor periodística”.
Rusbridger sostiene que hay copias idénticas de las filtraciones de Snowden en poder de periodistas de The Guardian que están en el extranjero, lo que permite que el periódico continúe con su trabajo. La oficina del Primer Ministro David Cameron confirmó que tuvo una participación directa en las presiones a The Guardian por los archivos de Snowden. El martes, el gobierno de Obama procuró distanciarse de la destrucción de los discos duros del medio inglés. Consultado en la sesión de noticias de la Casa Blanca sobre si el gobierno estadounidense tomaría medidas similares contra un medio de comunicación, el vicevocero Josh Earnest dijo: “Es muy difícil imaginar una situación en la que eso fuera adecuado”.