El nuevo líder interino de República Central Africana ha ordenado represión militar para la lucha constante entre combatientes cristianos y musulmanes. El ex Presidente renunció la semana pasada tras no poder evitar la violencia. El Presidente interino, Alexandre-Ferdinand Nguendet, afirmó que estaba desplegando 400 soldados más en la capital, Bangui.
Nguendet dijo: “A todos los elementos armados, advierto a los anti Balaka y a los Seleka que se terminaron las vacaciones. A las fuerzas del orden, les ordeno que disparen a matar a todos los que perturben el orden público, de modo que la paz pueda reinar en este país. Se terminó el descanso”.
Según Naciones Unidas, dos tercios de los residentes de Bangui han huido ante la violencia.