La noticia llega mientras el gobierno sirio se enfrenta a nuevas acusaciones de uso de armas químicas contra la población civil. El régimen de Bashar al-Assad está acusado de arrojar barriles de cloro industrial en las zonas controladas por los rebeldes en las últimas semanas. El cloro no está en la lista de agentes prohibidos en virtud de la Convención Internacional sobre las Armas Químicas, pero su uso constituiría un crimen de guerra de todos modos. En Washington, la portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki dijo que Estados Unidos está investigando los hechos.
Psaki declaró: “Teníamos indicios de la utilización de un producto químico industrial tóxico, probablemente cloro, este mes en Siria, en la población de Kfar Zeita dominada por la oposición. Estamos examinando las acusaciones de que el gobierno fue responsable. Tomamos todas las denuncias del uso de productos químicos en combate muy en serio”.