El Presidente Barack Obama ha pedido al Congreso 3.700 millones de dólares para hacer frente a la crisis migratoria en la frontera con México. Más de 52.000 niños no acompañados que huyen de la violencia y la pobreza en América Central han sido detenidos desde octubre. Obama busca el aumento de los fondos para pagar por centros de detención, vigilancia aérea, jueces de inmigración y agentes fronterizos. La cifra de 3.700 millones de dólares es casi el doble de lo que se esperaba. El gobierno de Obama sostiene que la mitad del dinero será destinado a mejorar la atención de los niños en custodia estadounidense. En la Casa Blanca, el Secretario de Prensa Josh Earnest dijo que la mayoría de los niños se enfrentará en última instancia a la deportación.
Earnest expresó: “Al ocuparse de estos asuntos, podemos garantizar que esas personas accedan a la brevedad al debido proceso al que tienen derecho. Significa además que en la medida en que se resuelvan esos casos, de la manera que esperamos —ya que en la mayoría de esos casos, no hay fundamentos para que esas personas permanezcan en el país o se les otorgue ayuda humanitaria—, esperamos que el secretario de seguridad nacional sea capaz de ejercer algún tipo de arbitrio adicional que le permita repatriar a estas personas con eficiencia”.