En Turquía, el Gobierno ha solicitado una reunión de emergencia de la OTAN mientras las fuerzas armadas lanzaron una ola de ataques aéreos contra el autodenominado Estado Islámico (ISIS) en Siria y el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el norte de Irak. La intensificación de los ataques de las fuerzas armadas tuvo lugar tras el atentado suicida en el que murieron 30 activistas estudiantiles en la ciudad turca de Suruc, hace una semana. Los ataques de las fuerzas militares turcas contra el PKK rompieron un cese del fuego de dos años entre Turquía y el grupo disidente kurdo, que han estado en conflicto durante décadas. Estallaron protestas en Estambul y ciudades del sureste de Turquía tras la muerte de un activista pro kurdo durante redadas policiales. Mientras tanto, Turquía y Estados Unidos han elaborado un plan conjunto para sacar al ISIS de una franja de 100 kilómetros de Siria. La colaboración tiene lugar después de que Turquía anunciara la semana pasada que abriría una base aérea estadounidense en el país. El portavoz adjunto del Departamento de Estado Mark Toner habló acerca de la colaboración.
Toner dijo: “La amenaza del ISIS solamente empeoró esta semana con los terribles ataques en Turquía la semana pasada y esto ha resaltado la importancia de fortalecer nuestros esfuerzos mutuos de derrotar al ISIS y mejorar la seguridad de Turquía en la región. Por eso hemos decidido profundizar esa cooperación y eso incluye un programa de entrenamiento y equipamiento, de intercambio de inteligencia y coordinación operativa”.