La elección del martes fue la primera en medio siglo que tuvo lugar sin la plena protección de la ley de Derechos Electorales. La Conferencia de Liderazgo para los Derechos Civiles afirma que los votantes contaban con 868 lugares de votación menos. En los estados clave, muchos pasaban horas haciendo fila, mientras que otros se daban por vencidos y se retiraban. En Greenbelt, Maryland, los votantes esperaron ante un solo escáner disponible para todo el recinto.
Jide Eniole declaró: “Le pregunté a la señora: ‘¿Por qué hay un escáner aquí? Tengo un amigo que vive en el condado de Montgomery y en un lugar tienen cerca de seis o siete’. Ella dijo: ‘Allí es donde los guardan’. Le pregunté: ‘¿Por qué hay uno solo aquí?’. La fila estaba a punto de hacer un giro en “U”, como de 360º, para llegar al primero. Es solo que tres horas de espera es demasiado”.
Había filas de varias horas de duración en partes de la ciudad de Nueva York, donde Donald Trump fue abucheado cuando ingresó a la Escuela Pública 59, en el Midtown Manhattan, para emitir su boleta electoral. La participación fue baja entre los votantes afroamericanos en los principales estados, donde las demandas federales han desafiado las leyes de identificación de votantes que, según sostienen grupos de derechos civiles, están dirigidas contra las comunidades de color.