En la ciudad de Nueva York, un jurado ha condenado a Brian Coll, exoficial de la correccional Rikers, de haber golpeado al recluso Ronald Spear hasta provocarle la muerte en 2012. El oficial Coll fue acusado de golpearle la cabeza varias veces a Spear mientras otros dos oficiales lo tenían inmovilizado. Durante el juicio, los fiscales dijeron que el oficial Coll no solo no se arrepentía de haber matado a Spear, sino que estaba orgulloso de ello y tenía colgado en su cuarto, enmarcado, un artículo sobre el asesinato publicado en el semanal The Village Voice. El oficial Coll se enfrenta a una condena de cadena perpetua.
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