Mientras tanto, el jueves se concentraron manifestantes que se oponían al oleoducto Dakota Access en decenas de ciudades de todo el mundo, como Tokio, Londres, Vancouver y Calgary, así como en ciudades de Estados Unidos. En Mineápolis, seis manifestantes se encadenaron dentro de un edificio de oficinas de Wells Fargo y bloquearon el ascensor durante horas. Se retiraron solo después de recibir una carta en la que Wells Fargo se comprometía a reunirse con los ancianos de las tribus antes del 1 de enero para escuchar sus inquietudes sobre las inversiones del banco en el oleoducto.
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