En Carolina del Norte, un nuevo informe halló que las instituciones democráticas del estado están tan defectuosas, que ya no debería considerarse una democracia efectiva. El informe de Electoral Integrity Project señala corrupción extrema, supresión de votantes de las comunidades de color y la eliminación del poder del gobernador demócrata entrante, Roy Cooper, por parte de los republicanos. En el periódico News and Observer, de la ciudad de Raleigh, el investigador principal, Andrew Reynolds, le dio a Carolina del Norte un puntaje de integridad electoral de 58 sobre 100 puntos, similar al de Cuba, Sierra Leona e Indonesia. En una entrevista con Democracy Now!, el jefe de la sección de Carolina del Norte de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP, por su sigla en inglés), el reverendo William Barber, afirma que los republicanos están luchando para evitar que los votantes que no son blancos obtengan el poder.
William Barber expresó: “Creo que todo el retroceso que estamos viendo –supresión de votantes, redistribución de distritos– se debe a que los extremistas ven la posibilidad de una tercera Reconstrucción. Saben que si registramos el 30% de los votantes afroestadounidenses no registrados en el sur, y si a eso sumamos a los blancos y latinos progresistas, habremos cambiado el sur”.
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