Dos rehenes serbios murieron en ataques aéreos perpetrados por Estados Unidos contra un campamento de entrenamiento del ISIS. Los rehenes eran un oficial de comunicaciones y un chofer, ambos funcionarios de la embajada serbia que fueron tomados como rehenes en noviembre. Alrededor de 50 personas murieron en los ataques aéreos estadounidenses el viernes. El primer ministro serbio Aleksandar Vucic dijo que Serbia había estado a punto de lograr la liberación de los rehenes.
Vucic declaró: “Se trata de la primera crisis grave de rehenes que la República de Serbia ha enfrentado. La seguridad de nuestro Estado actuó con mucho profesionalismo y seriedad. Si no hubieran muerto en el bombardeo de los aliados… es decir, de Estados Unidos, nuestra gente habría sido liberada, como hemos dicho varias veces”.