En Siria, ataques con bomba a lo largo de la capital, Damasco, y la ciudad de Homs dejaron un saldo de al menos 150 muertos y muchos heridos. Se trata de uno de los días más sangrientos en los casi cinco años de conflicto. El autodenominado Estado Islámico (ISIS) se atribuyó la responsabilidad de los ataques del domingo, que incluyeron un atentado con coche bomba y dos ataques suicida consecutivos cerca de un santuario chií en las afueras de Damasco y dos ataques con bomba en la ciudad de Homs. Las explosiones tuvieron lugar el mismo día en que el secretario de Estado John Kerry anunció un “acuerdo provisional” entre Estados Unidos y Rusia sobre un alto el fuego en Siria.
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