Al norte del estado de Nueva York, el ambientalista Bill McKibben y otras 56 personas fueron arrestadas tras obstruir el acceso a la compañía de almacenamiento de gas Crestwood Midstream. En total, los activistas afirman que se han llevado a cabo más de 500 arrestos durante los diecisiete meses de campaña de desobediencia civil contra los planes de la compañía de ampliar la capacidad de almacenamiento de metano, un poderoso gas de efecto invernadero, en cavernas de sal abandonadas en el Lago Seneca. El lago es la fuente de suministro de agua potable para más de 100.000 personas.
McKibben realizó declaraciones acerca de la acción, en las que expresó: “Hoy, en este preciso momento, así como todo el resto de los días, existe algún lugar en el mundo, o tal vez diez, quince o veinte lugares como este, en que la gente se levanta. Tras un siglo de oportunismo, la industria de los combustibles fósiles es actualmente confrontada por gente de todas partes que afirma que este es un nuevo mundo, la ciencia es clara, sabemos lo que tiene que suceder”.