La Cámara de Representantes del Parlamento brasileño ha votado a favor de iniciar el proceso de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff. La votación final fue de 367 en favor del juicio político contra 137 que votaron en contra. A principios del próximo mes el Senado de Brasil votará si Rousseff tendrá que ser enjuiciada por manipulación de cuentas del presupuesto. José Guimarães, líder parlamentario del Partido de los Trabajadores (al que pertenece Rousseff), acusó a los legisladores de la oposición de librar un golpe de Estado.
Guimarães expresó: “El golpe ha ganado en la Cámara Baja, pero la lucha no ha terminado. Levantaremos las masas, ya sea en las plazas y las calles o en el Senado, y se lo haremos saber al Senado. Creemos que el Senado eliminará los intentos de las personas involucradas en el golpe, que está manipulado por alguien que carece de moral”.
Brasil se ha visto envuelto en un gran escándalo de corrupción, pero Dilma Rousseff no ha sido acusada de ninguna incorrección financiera. Sin embargo, 318 miembros del Congreso de Brasil –entre ellos, muchos de los que respaldaron su juicio político– enfrentan cargos o están siendo investigados. Quien lidera el proceso de juicio político es el presidente de la cámara de representantes de Brasil, Eduardo Cunha, que ha sido acusado de desfalcar cinco millones de dólares en cuentas bancarias suizas. Antes de la votación, Dilma Rousseff dijo que los cargos en su contra eran falsos.
Dilma Rousseff declaró: “La demanda contra mí que es objeto de análisis en el Congreso Nacional es un fraude; el mayor fraude judicial y político en la historia de nuestro país. Sin esto, el juicio político no sería sometido a votación. Brasil y la democracia no se merecen esta farsa”.
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