El miércoles se convirtió en el día más mortífero en Bagdad en lo que va del año, con el ataque de tres coches bomba en lugares diferentes, que se cobraron las vidas de, al menos, 93 personas en la capital de Irak. El autoproclamado Estado Islámico (ISIS) se atribuyó la responsabilidad de los tres ataques. El coche bomba que provocó la mayor explosión mató a 63 personas en un concurrido mercado en el vecindario predominantemente chií de Ciudad Sadr; horas más tarde, otras dos bombas explotaron en controles policiales de diferentes partes de la capital.
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