En Francia, unas 220.000 personas se lanzaron a las calles en todo el país para protestar en contra de las reformas laborales impulsadas por el presidente François Hollande. Mediante estas medidas se recortaría el pago por horas extras para los conductores de camiones y se facilitaría el despido de trabajadores por parte de las empresas. El martes, conductores de camiones obstruyeron carreteras, mientras que la policía lanzó gases lacrimógenos y disparó cañones de agua. 87 personas fueron arrestadas. Arlette Perray participó en las manifestaciones en París.
Arlette Perray sostuvo: “Es una ley desastrosa. No hemos tenido algo así en más de 70 años. Destruye los derechos de los trabajadores y los jubilados, así como el futuro de los jóvenes. Soy jubilada y mi lugar está aquí, junto a los trabajadores y a los jóvenes”.