El candidato presidencial republicano, Donald Trump, desencadenó una nueva tormenta de críticas con una serie de comentarios en una concentración que tuvo lugar el martes en Wilmington, Carolina del Norte. Muchos interpretaron sus dichos como un llamado a matar a su rival, Hillary Clinton.
Donald Trump dijo: “Hillary quiere abolir, básicamente abolir, la Segunda Enmienda. Si puede nombrar a sus jueces, no hay nada que ustedes puedan hacer, aunque quizá la gente de la Segunda Enmienda, tal vez [puedan hacer algo], quién sabe”.
En respuesta a Trump, el senador de Connecticut Chris Murphy tuiteó: “No piensen que esto es un tropiezo político. Es una amenaza de asesinato, que aumenta seriamente la posibilidad de una tragedia y crisis nacional”. El congresista de California Eric Swalwell, mientras tanto, reclamó una investigación del servicio secreto y tuiteó: “Donald Trump sugirió que alguien matara a Clinton. Tenemos que tomar a la gente por lo que dice. @SecretService [servicio secreto] debe investigar #Trump Threat [amenaza de Trump]”. Trump negó que sus comentarios fueran un llamado a la violencia. Su equipo de campaña emitió un comunicado que afirma que el candidato se refería al “increíble espíritu… y gran poder político” de los partidarios de la Segunda Enmienda. El martes de noche, el presidente de la Cámara de Representantes reclamó que Trump aclarara los comentarios.
Paul Ryan dijo: “Suena a un chiste que salió mal. Espero que lo aclare rápidamente. No se debería bromear con este tipo de cosas. De hecho no escuché los comentarios, solo escuché acerca de ellos”.
Paul Ryan habló en Janesville, Wisconsin, en una conferencia de prensa luego de conseguir fácilmente su reelección para el Congreso en las primarias que se celebraron el martes. Donald Trump desencadenó la controversia la semana pasada cuando inicialmente se rehusó a apoyar a Ryan en la contienda electoral.
Inicio