En Brasil, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva fue acusado de ser el “comandante máximo” de un esquema de corrupción en el seno de la compañía petrolera estatal Petrobras. Lula fue acusado formalmente junto a su esposa y a otras seis personas. Criticó los cargos el jueves y alegó que estos responden a motivos políticos. El hecho tuvo lugar luego de que su sucesora, la derrocada presidenta Dilma Rousseff, fuera destituida por el Senado brasileño, en una medida que la expresidenta considera un golpe de Estado. 60% de los legisladores brasileños enfrentan actualmente investigaciones penales o han sido declarados culpables de delitos que van desde corrupción hasta fraude electoral.
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