En Argentina, la justicia condenó a un exjefe de la Fuerza Aérea de ese país por cargos de secuestro y tortura cometidos durante la dictadura militar, que contó con apoyo de Estados Unidos. A Omar Graffigna, de 90 años de edad, se le impuso una sentencia a 25 años de prisión por la desaparición de los activistas José Manuel Pérez Rojo y Patricia Roisinblit. También fueron sentenciados otros dos oficiales; uno de ellos es Francisco Gómez, quien crió al hijo de la pareja tras haber secuestrado y torturado a sus padres. La madre de Patricia Roisinblit, Rosa, es la vicepresidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo. Sostuvo que el fallo constituye una medida de justicia.
Rosa Tarlovsky de Roisinblit declaró: “Ya saben ustedes que soy muy mayor, pero nunca me imaginé que iba a sobrevivir para que llegue un momento como este. Este es un momento de… no puedo decir un triunfo, es una gran satisfacción. Eso es todo”.
Se estima que unos 30.000 activistas fueron torturados y “desaparecidos” entre fines de la década de 1970 y principios de la de 1980 en Argentina por parte de la dictadura de derecha que gobernó ese país.