En el Capitolio de Washington DC, los líderes republicanos se refirieron a la masacre como un momento para el luto nacional y la oración, incluso al tiempo que los legisladores trabajaban para aprobar dos proyectos de ley que liberalizarían las leyes de armas. Una medida que podría ser aprobada en la Cámara de Representantes esta misma semana anularía las restricciones a los silenciadores de armas, que existen desde hace largo tiempo en Estados Unidos. El proyecto de ley para permitir los silenciadores está siendo procesado a pesar de que los espectadores del festival de música de la noche del domingo pudieran ser alertados de la masacre por el sonido de los disparos que salían del hotel de gran altura por encima de ellos. Otro proyecto de ley que probablemente se presente en el Congreso este otoño permitirá a la población portar legalmente armas ocultas al transitar por las fronteras estatales hacia jurisdicciones que no lo permiten. Desde la sala del Senado, el senador demócrata de Connecticut Chris Murphy condenó el fracaso del Congreso en el abordaje del control de armas tras la masacre de la escuela primaria Sandy Hook, un hecho que tuvo lugar en 2012, donde un hombre armado con un rifle de asalto mató a 20 escolares y seis adultos en Newtown, Connecticut.
El senador Chris Murphy expresó: “El dolor es profundo y las cicatrices son grandes en Newtown, pero son aún más grandes por el hecho de que este organismo, en cuatro años y medio, no ha hecho absolutamente nada para reducir la probabilidad de que haya otro tiroteo en masa. Y, de hecho, como no hemos logrado nada, los tiroteos en masa continúan sucediendo”.
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