El presidente egipcio, Abdel Fattah el Sisi, impuso un estado de emergencia que se extenderá por tres meses luego de que una serie de ataques con bomba contra dos iglesias cristianas coptas causaran la muerte de al menos 49 personas durante los servicios religiosos de celebración del Domingo de Ramos.
El presidente Abdel Fattah el Sisi sostuvo: “Se deben tomar varias medidas, la primera de las cuales será declarar un estado de emergencia durante tres meses en Egipto, luego de que se completen los procesos legales y constitucionales necesarios. Anunciamos este estado de emergencia con el fin de proteger a nuestro país y mantenerlo seguro, y, además, de evitar interferencias”.
El autoproclamado Estado Islámico asumió responsabilidad por los ataques contra la iglesia copta de San Jorge, en la ciudad septentrional de Tanta, y la catedral de San Marcos, en Alejandría. El estado de emergencia le proporciona al gobierno de Sisi más poder para continuar aplicando duras medidas contra los activistas en defensa de los derechos humanos y los periodistas. Además, permite al gobierno y a sus fuerzas de seguridad controlar todas las comunicaciones, confiscar bienes, arrestar a cualquier persona que se sospeche que haya violado las leyes del estado de emergencia, y cerrar los medios de comunicación. El domingo, los cristianos lamentaron las víctimas de los ataques con bomba. Estas son las palabras del sacerdote Tawfik Kobeish, desde Tanta.
Tawfik Kobeish dijo: “Créanme, es muy doloroso y triste pasar por esta experiencia tan cruel. No esperábamos que gente que vive con nosotros en el mismo país, gente con la que hemos compartido amor y amistad y de la que somos familiares, haga estas cosas”.