Mientras tanto, la coalición encabezada por Estados Unidos y la Fuerza Aérea iraquí, que cuenta con apoyo estadounidense, continúan llevando a cabo ataques aéreos en Mosul, Irak. El grupo de monitoreo periodístico Airwars afirma que entre 20 y 50 civiles habrían muerto en ataques aéreos en vecindarios de Mosul Occidental el lunes.
El Observatorio Iraquí para los Derechos Humanos afirmó el sábado que otros 42 civiles habrían muerto luego de que los ataques aéreos alcanzaran una vivienda de 16 habitaciones en la antigua Mosul, donde murieron integrantes de una familia numerosa, entre ellos niños.
El martes, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que la lucha para expulsar a los militantes del autoproclamado Estado Islámico (ISIS) de la antigua Mosul podría convertirse en la peor catástrofe humanitaria de la guerra. La ONU y oficiales iraquíes se apresuran para construir más campamentos para albergar a las personas desplazadas por la guerra. Estas son las palabras de Abo Mohammed, desplazado de Mosul por el conflicto.
Issam Abo Mohammed expresó: “Hace 17 días que duermo en una alfombra y me duele la espalda. Tengo 54 años y estoy enfermo. Mi hijo fue asesinado en Wadi al Hajar mientras escapábamos, y tuve que enterrar su cuerpo en la calle. Si las autoridades no me ayudan, mi familia morirá”.