El gobernador de Florida, Rick Scott, retiró a la fiscal estatal de los condados de Orange y Osceola, Aramis Ayala, de más de veinte casos de homicidio, en una creciente disputa en torno a la pena de muerte. En marzo, Ayala anunció que ya no procuraría la pena de muerte en casos de asesinato, incluso en el de Markeith Loyd, acusado de asesinar a su exnovia embarazada y a la oficial de policía de Orlando Debra Clayton. En respuesta, Scott retiró del caso a Ayala.
Más de un centenar de jueces, exfiscales y expertos legales han expresado su apoyo a Ayala y afirman que Scott sobrepasó su autoridad legal al retirarla de los casos y que ella tiene la discreción legal de no procurar la pena de muerte. Aramis Ayala es la primera fiscal estatal afroestadounidense en la historia de Florida y a raíz de su anuncio ha recibido amenazas de muerte racistas, como comentarios de que debería ser linchada.