Buques de guerra estadounidenses dispararon una serie de misiles dirigidos a Siria la noche del jueves, en el primer ataque directo de Estados Unidos contra el gobierno sirio desde que comenzó la guerra civil hace seis años. El Pentágono afirmó que un par de destructores marítimos ubicados en el este del Mediterráneo dispararon 59 misiles de crucero Tomahawk a una base aérea siria en la provincia de Homs. El gobierno de Siria sostiene que los ataques acabaron con la vida de seis personas, y repudió el ataque de Estados Unidos por considerarlo un “acto de agresión”. En un breve discurso desde el club Mar-a-Lago, propiedad de Trump, en Palm Beach, Florida, el presidente Donald Trump afirmó que el ataque fue en represalia por el ataque con armas químicas que tuvo lugar en Siria a comienzos de la semana y que terminó con la vida de 86 civiles, entre ellos 30 niños.
El presidente Donald Trump afirmó: “Hoy por la noche ordené un ataque militar dirigido al aeródromo de Siria desde donde se lanzó el ataque con armas químicas. Es de interés vital para la seguridad nacional de Estados Unidos evitar y disuadir la difusión y uso de armas químicas mortíferas”.