En Brasil, decenas de miles de manifestantes salieron el jueves a las calles de Río de Janeiro, São Paulo y otras ciudades, pidiendo la renuncia del presidente Michel Temer por un escándalo de corrupción.
Alexandre Carvalho declaró: “Queremos que Temer se vaya. Y no solo él, queremos que todos los corruptos se vayan también, porque este Congreso es un grupo de forajidos. No merece la pena sacar a Temer solo para que el Congreso ponga a otra persona en su lugar”.
Las demandas para que Temer sea llevado a juicio político están en aumento desde que el periódico O Globo informara que el presidente fue grabado en secreto mientras aprobaba pagos para que un poderoso político encarcelado por cargos de corrupción se mantuviera en silencio. Temer se negó a renunciar el jueves, incluso cuando la Corte Suprema de Brasil hizo pública la grabación de audio y dijo que se lo estaba investigando por soborno de un posible testigo.
El presidente Michel Temer dijo: “En ningún momento autoricé que nadie recibiera un pago para permanecer callado. No compré el silencio de nadie por una razón muy simple; exactamente y precisamente porque no le temo a ningún testimonio”.
Temer sostiene que debería permanecer en el cargo para ayudar a ponerle fin a la recesión de Brasil, la más larga de su historia. La declaración del jueves se produjo el mismo día que el mercado bursátil de Brasil detuvo las actividades comerciales, luego de caer más de 10% tras las noticias del escándalo de corrupción.