En San Antonio, Texas, el conductor del camión, James Matthew Bradley Jr., compareció ante un tribunal y fue acusado de transportar inmigrantes indocumentados con el fin de obtener ganancias económicas, luego de que decenas de inmigrantes indocumentados fueran descubiertos hacinados en el remolque del camión que conducía. Cuando el grupo de inmigrantes fue descubierto en un estacionamiento de las tiendas Walmart, en San Antonio, ocho hombres ya habían fallecido. Dos más murieron posteriormente y 29 continúan hospitalizados. Las autoridades afirman que están investigando el asunto como un caso de tráfico de personas. Los sobrevivientes afirman que, por momentos, hasta 200 personas fueron amontonadas en la parte trasera de un camión durante el mortal trayecto y que el sistema de refrigeración del camión estaba averiado. Sostienen que, a medida que la temperatura aumentaba en la parte trasera del camión, comenzaron a golpear las paredes, en un intento de llamar la atención del conductor, pero el camión no se detuvo. Los inmigrantes comenzaron a desmayarse y a morir de asfixia y calor. Las víctimas más jóvenes tenían solo 15 años.
El conductor afirma que no tenía conocimiento de que había gente amontonada en la parte trasera de su semirremolque hasta que estacionó frente a Walmart para usar el baño y escuchó los golpes. Si se lo condena, Bradley podría enfrentar la pena de muerte o cadena perpetua. Visite www.democracynow.org/es para acceder a una entrevista con Eddie Canales, director del Centro de Derechos Humanos del Sur de Texas. También entrevistamos a la periodista galardonada con el premio Pulitzer Sonia Nazario.