Y en Moscú, las autoridades rusas allanaron ayer la oficina del destacado activista anticorrupción Alexei Navalny, donde confiscaron panfletos electorales antes de los eventos de campaña programados para el sábado. El operativo policial se produjo al tiempo que Navalny tenía programada su liberación de la cárcel, después de ser arrestado en junio por organizar manifestaciones masivas en más de cien ciudades rusas contra la corrupción del gobierno. Las protestas de junio provocaron una grave represión por parte de la policía rusa, que golpeó a manifestantes y detuvo a más de mil personas. Algunos funcionarios rusos dicen que el arresto de Navalny descalifica su intento de desafiar a Vladimir Putin en el cargo presidencial. El jueves, el presidente de campaña de Navalny prometió que el candidato seguiría luchando.
Nikolai Lyaskin expresó: “Durante el fin de semana planeamos realizar un gran evento de campaña, que incluye la distribución de nuestros folletos, hacer piquetes, mostrar información sobre nuestra campaña. Y las autoridades están tratando de interrumpirlo. Las autoridades simplemente no quieren que Alexei Navalny haga campaña. Pero esto no nos detendrá. Pase lo que pase, haremos campaña”.